Si eres de los que disfrutan sintiendo el viento en la cara mientras la carretera se abre ante ti, Andalucía es tu paraíso particular. Esta tierra del sur tiene de todo: montañas que tocan el cielo, costas donde el sol parece no ponerse nunca, pueblecitos blancos que parecen sacados de una postal y hasta desiertos que te transportan al lejano oeste. Te voy a contar cuáles son las mejores rutas para disfrutar a tope de tu moto mientras descubres rincones que te van a dejar con la boca abierta.
¿Cuáles son las mejores rutas en moto por la Sierra de Andalucía?
Las sierras andaluzas son una auténtica pasada para los que llevamos la moto en las venas. Aquí las carreteras secundarias se retuercen entre montañas como serpientes juguetonas, regalándote curvas que ponen a prueba tu pericia y miradores donde querrás parar sí o sí para sacar la cámara. Lo mejor de todo es que el tiempo acompaña casi siempre – salvo que te pille algún día de esos raros – así que puedes escaparte un fin de semana o montarte unas vacaciones completas sin preocuparte demasiado por el parte meteorológico.
Ruta por la Sierra de Grazalema: un paraíso para moteros
La Sierra de Grazalema es de esos sitios que cuando los conoces, piensas: “¿Cómo no había venido antes?”. Entre Cádiz y Málaga, este parque natural te regala curvas que parecen diseñadas por un motero para moteros. El tramo entre Grazalema y Zahara de la Sierra es la caña – carreteras en perfecto estado y miradores donde las fotos salen solas. Los bosques de pinsapos (que solo los encuentras aquí en Europa, ¿lo sabías?) y esas rocas calizas que surgen de la nada crean un escenario de película. Y cuando paras en algún pueblecito como Villanueva del Rosario, colgado literalmente en la ladera, te das cuenta de que hay sitios donde el reloj se paró hace décadas.
Sierra Nevada: carreteras de ensueño para disfrutar en moto
Subir con la moto hasta las estaciones de esquí de Sierra Nevada es una experiencia que todo motero debería vivir al menos una vez. La carretera es un festival de curvas enlazadas que te mantienen pegado al manillar mientras tus ojos no saben dónde mirar – las vistas son brutales. El desnivel es considerable, pasas de estar en el valle a rozar las nubes en los picos más altos de toda la península. En invierno ves nieve por todos lados, pero cuando llega la primavera todo se vuelve verde que da gusto. Mi recomendación personal: la ruta que va de Granada a Guadix. Atraviesas pueblecitos de montaña donde merece la pena parar a tomarte unas tapas y charlar con los locales antes de seguir rodando.
Sierra de Aracena: curvas y naturaleza para los amantes de las dos ruedas
La Sierra de Aracena, allá por Huelva, es como ese secreto bien guardado que solo conocen los iniciados. Las carreteras se meten entre bosques tupidos de castaños y encinas, creando un ambiente mágico para rodar. El plato fuerte está en el tramo Aracena-Cortegana: cada curva es una sorpresa y el paisaje cambia constantemente. Lo que mola de esta zona es que tienes de todo – curvas técnicas para ponerte a prueba y rectas donde puedes respirar un poco (siempre sin pasarte con el puño derecho, claro). Y cuando paras a comer… madre mía, el jamón ibérico de aquí es otro nivel. Esta sierra tiene ese equilibrio perfecto entre el placer de conducir y el de perderte en pueblos donde la vida va a otro ritmo.

¿Cómo recorrer la Ruta de los Pueblos Blancos en moto?
La Ruta de los Pueblos Blancos es el clásico entre los clásicos, pero hacerla en moto la convierte en algo especial. Imagínate rodar entre pueblos que brillan bajo el sol andaluz, con sus casitas encaladas destacando como perlas sobre el verde del campo. Las carreteras que los conectan son puro disfrute: curvas cerradas que te mantienen alerta alternadas con tramos más suaves donde puedes contemplar valles y montañas que quitan el hipo.
De Ronda a Grazalema: el corazón de los Pueblos Blancos
Este tramo es la joya de la corona. Sales de Ronda – con su tajo impresionante y esa plaza de toros con tanta historia – y te metes en un paisaje montañoso que parece pintado a mano. Las carreteras secundarias entre ambos pueblos son técnicas, sí, pero cada curva cerrada que negocias te premia con vistas que no olvidarás. Por el camino te topas con maravillas como Setenil de las Bodegas (¿has visto alguna vez casas metidas literalmente bajo rocas gigantes?) o Zahara de la Sierra, con su castillo árabe vigilando un embalse de aguas turquesas que parece mentira. Los veteranos siempre decimos lo mismo: sal temprano por la mañana, cuando las carreteras están vacías de turistas y puedes sentir de verdad lo que es rodar por aquí.
Itinerario recomendado para visitar los Pueblos Blancos en moto
Si quieres exprimirle el jugo a esta ruta, te propongo un circuito que puedes hacer en un fin de semana largo o tres días si prefieres ir con calma. Arranca en Arcos de la Frontera – la entrada natural a todo esto – y sigue hacia Ubrique, donde hacen unas carteras y bolsos de piel que flipas. De ahí tira para Grazalema y luego Zahara de la Sierra, donde el paisaje se pone épico de verdad. Las carreteras están bien pero tienen curvas para aburrir, así que mantente concentrado. Después viene Setenil de las Bodegas y rematas en Ronda, donde te recomiendo dormir para ver la ciudad con tranquilidad. Este recorrido tiene de todo: tramos que te ponen a prueba y otros más relajados donde puedes bajar el ritmo y empaparte del entorno. Y en cada pueblo, date un paseo entre las calles estrechas y prueba la comida local – no tiene desperdicio.
Mejores épocas para hacer la Ruta de los Pueblos Blancos en motocicleta
Timing is everything, como dicen los ingleses. Para esta ruta, abril-mayo y septiembre-octubre son la bomba. En primavera los campos están que explotan de flores y el contraste con las casas blancas es espectacular. En otoño, esa luz dorada de atardecer hace que todo parezca sacado de Instagram. Evita julio y agosto como la peste – el calor es criminal y con el equipo completo puesto te asas vivo. En invierno puede ser traicionero: en Grazalema llueve que da gusto y hasta puede nevar, así que las carreteras se ponen peligrosas. Si buscas rodar sin agobios, los días entre semana fuera de temporada son tu momento – tendrás las carreteras prácticamente para ti solo.
¿Qué rutas en moto por Almería y Cabo de Gata no debes perderte?
Almería es otro mundo dentro de Andalucía. Aquí pasas de paisajes que parecen de Marte a playas vírgenes en cuestión de kilómetros. Es una locura cómo cambia todo tan rápido – tienes desierto, mar y montaña casi rozándose. Para los que vamos en moto, esto significa variedad infinita y carreteras donde cada tramo es una experiencia diferente.
Del desierto de Tabernas a Cabo de Gata: paisaje desértico en moto
Esta ruta es como meterte en una peli del oeste – literalmente, porque aquí rodaron un montón de westerns. El desierto de Tabernas es único en Europa, con sus barrancos, ramblas secas y formaciones rocosas que parecen de otro planeta. Cuando coges la carretera hacia Cabo de Gata, el contraste es brutal: pasas del ocre del desierto al azul intenso del Mediterráneo en un suspiro. El tramo hasta San José y Agua Amarga es una gozada – pueblecitos pesqueros donde las calas de agua cristalina te llaman a gritos para un chapuzón. Lo mejor de esta zona es que hay poco tráfico y el asfalto está de lujo, así que puedes concentrarte en disfrutar mientras tu mente procesa paisajes que no parecen de España.
Ruta por la costa de Nijar y sus calas escondidas
La costa de Nijar es ese tesoro que los moteros nos guardamos para nosotros. Aquí ruedas a veces tan cerca del mar que casi puedes oler la sal, con vistas de acantilados y calas donde no llega ni Dios. Entre San José y Los Escullos la cosa se pone seria – curvas panorámicas y desvíos a playas como los Genoveses o Monsul, que habrás visto en pelis sin saberlo. La carretera del faro de Cabo de Gata es especialmente chula, con curvas abiertas donde la moto va como la seda mientras el mar se extiende hasta el infinito a tu derecha. Si te gusta combinar moto y playa, aquí puedes aparcar y bajar andando a calas donde apenas hay gente ni en agosto. Ojo con el viento, que en esta zona sopla fuerte y puede pillarte desprevenido en los tramos más expuestos.
Atravesando la Alpujarra almeriense: pueblos con encanto
La Alpujarra de Almería es la hermana menos famosa de la granadina, pero tiene su punto. Rodar por estos valles es como viajar en el tiempo – pueblos donde las casas tienen los techos planos al estilo morisco y las calles empedradas te obligan a ir despacito. La carretera entre Laujar de Andarax y Berja es pura montaña rusa: subes, bajas, giras… un no parar que te mantiene pegado a la moto. Las vistas mezclan bancales de cultivo antiguos, barrancos que dan vértigo y panorámicas de valles que llegan hasta el mar. Si vas en primavera cuando florecen los almendros, el espectáculo de colores es increíble. Y la comida… Las migas, el choto al ajillo, los jamones curados en altura y unos vinos locales que sorprenden para bien. Como hay menos turismo que en la Alpujarra de Granada, puedes disfrutar de la autenticidad sin agobios.
¿Cuáles son las mejores rutas en moto para recorrer la Costa del Sol y Cádiz?
La Costa del Sol y Cádiz son la combinación perfecta si buscas mar y montaña sin tener que elegir. Aquí las carreteras costeras con vistas al Mediterráneo y al Atlántico se turnan con trazados serranos que te dejan boquiabierto. Y con el climazo que hay, puedes rodar prácticamente todo el año sin problemas.


